BCOM es un dispositivo de bajo consumo basado en una cadena de bloques que sirve para identificar y seguir elementos físicos o personas en múltiples escenarios. Su factor de forma puede ser el de una tarjeta como las bancarias o las de transporte actuales, un accesorio ponible o llevable (wearable) para facilitar su usabilidad en el caso de determinados colectivos (como menores, personas mayores o con diversidad funcional), una caja robusta (ruggered) para funcionar en escenarios sujetos a condiciones ambientales agresivas (por ejemplo, entornos industriales) o el propio teléfono móvil.

BCOM soporta el uso de diferentes tipos de cadenas de bloques (pública, privada o federada) para consultar y transferir la información recogida de forma inmutable, descentralizada, abierta, segura y fiable entre los diversos y heterogéneos agentes implicados: gestores de infraestructuras críticas (por ejemplo, hospitales o transporte público), pacientes, pasajeros, aseguradores, parientes de un dependiente, empresas de mercadotecnia geolocalizada, gestores de superficies comerciales, etc. De la misma manera, posibilita el uso de contratos inteligentes (smart contracts) para automatizar acciones si se producen unos eventos determinados.

Un ejemplo que ilustra el uso de BCOM es el caso de la identificación y el seguimiento de un usuario dependiente en un hospital. En ese caso es interesante saber cuándo esa persona entra y sale del centro médico.

Suponiendo que se realizase previamente un proceso de asociación de la información personal de la persona usuaria (por ejemplo, de identificación) en el dispositivo BCOM, esta procedería como se hace hoy, acercaría el dispositivo BCOM a un lector de identificación. Dicho dispositivo, que hasta entonces estaría en un modo de consumo ultrabajo, emitiría un identificador que sería reconocido por el lector y activaría un módulo que comenzaría a comunicarse periódicamente con el dispositivo colocado en el hospital para indicar la presencia del usuario.

De este modo, mientras la persona usuaria estuviese dentro del hospital, el dispositivo BCOM seguiría informando de su presencia. En el momento en que se situase a cierta distancia, la comunicación cesaría, y se reconocería entonces su salida.

La información recogida puede transmitirse en tiempo real o casi a un sistema de control remoto para filtrarla, procesarla y ponerla a la disposición de los usuarios externos potenciales (cuidadores); o bien para aplicaciones externas del paciente (por ejemplo, aplicaciones que controlen la gestión de citas médicas de un hospital o que posibiliten guiar a los pacientes a través de una ruta accesible hasta el lugar de su cita.